Si pensamos en un animal de compañía, el primero que se nos viene a la cabeza a todos es seguramente el perro.

Sin duda, este animal lleva formando parte de nuestras vidas desde hace muchísimos años. La mayoría de teorías y estudios realizados hasta este momento apuntan que el perro es un descendiente directo del lobo. De hecho, se considera que los primeros perros eran lobos que pasaron a ser domesticados por el hombre, cuando el ser humano dejó de ser nómada. 

La aparición de los primeros perros se remonta aproximadamente a 14 o 15 millones de años, en la zona de Europa y Asia. Durante mucho tiempo los perros cumplían una función vinculada a la caza. Los perros eran cazadores y ayudaban a las civilizaciones de humanos en la búsqueda de carne con la que alimentarse.

Al abandonar su vida salvaje y establecer contacto directo con el ser humano, los perros se adaptaron a un nuevo estilo de vida y, en definitiva, se domesticaron.  Esta domesticación, sin embargo, ha sido muy distinta en función de las distintas culturas existentes alrededor del planeta.

En países occidentales como el nuestro, España, el perro ha sido considerado un animal de compañía en el sentido más literal de la frase. En occidente los perros se consideran animales que deben ser cuidados y cuentan con cierta protección legal. No obstante, en otras culturas como la china y la india el perro es un animal con mucho simbolismo religioso pero no es tan común que formen parte de las familias humanas como mascota ni cuentan con legislación que les ampare.