Una de las cosas que más nos cuesta cuando un perro llega a nuestras vidas es ponerle nombre. Hoy en día, mucha gente le pone a los perros nombres de todo tipo: personajes de series de televisión, famosos, deportistas… Sin embargo, elegir un buen nombre para nuestra mascota no es una tontería, y es más importante de lo que parece.
¿Cuál es el secreto para encontrar un nombre perfecto?
Hay que destacar que elegir un buen nombre es clave para el adiestramiento. Está muy bien escoger un nombre creativo y que sea diferente a los que se suelen poner, pero a la hora de escoger un nombre deberemos considerar si es adecuado para adiestrar a nuestro perro.
Tu perro oirá su nombre de forma constante y aprenderá que tiene que responder a él cuando le transmitas una orden, por ejemplo. Una buena elección del nombre es vital. Para tu perro, su nombre no es sólo una identificación personal, sino que también es una “palabra clave”.
Para conseguir que tu perro asocie esta palabra como su nombre prueba a asociarlo con cosas buenas. Ayúdale a reconocerlo dándole alguna que otra chuche. Así aprenderá que debe responder cuando le llames.
Uno de los debates más comunes respecto a la elección del nombre de nuestras mascotas es si debemos o no ponerle nombre de persona. Hay que decir que esta práctica es muy habitual. Muchos de los nombres preferidos para llamar a los perros son nombres de seres humanos.
Más de un adiestrador cree que escoger un nombre humano para nuestros peludos puede ser un síntoma de que le consideramos como un miembro más de nuestra familia o nuestro mejor amigo.
¿Pero acaso es esto algo malo?
Un ejercicio que puedes llevar a cabo es practicar y decir el nombre en voz alta. Esto te ayudará a comprobar su sonoridad y a escuchar cómo resuena al decirlo varias veces seguidas. También comprobarás si es un nombre que puede avergonzarte en el parque de perros… ¡Prueba a gritar!
Saca a tu perro a pasear y presta atención a su reacción cuando escuche su nombre. Si te mira cuando le llamas, el nombre cumple con su función pero si te ignora será mejor buscar otros nombres.
Los perros identifican y responden mejor a los sonidos cortos y entrecortados que los largos y de tono relajante. Piensa en un nombre de dos o tres sílabas, que sean fáciles de pronunciar y de captar.
Cuando los nombres tienen demasiadas consonantes son muy difíciles de pronunciar y esto influye también en que sean o no entendidos por los perros.
Evita los nombres que se parezcan a comandos o órdenes que se utilizan cuando queremos que nuestros perros se comporten de una forma concreta. Por ejemplo, no le llames “Pumba” porque podría confundirlo con “tumba”.
¡Pero bueno Washcoter, recuerda que al final lo más importante es elegir un nombre que te guste y que te haga feliz al pronunciarlo!